POBRE TÍA GERTIE
David
Allen White
La
Bolsa de Pipas
Mallorca,
2004
117
págs.
Por
Pedro Menchén
Revista
Odisea
Febrero,
2005
Gorda,
terca, atea militante y simpatizante de los gays, entre otras excentricidades, la pobre tía Gertie es
también un tanto sentimental y, en su
afán por arreglar el mundo, se mete en demasiados líos de los que luego no sabe
cómo salir o, mejor dicho, sale muy mal parada. Por contraste, la madre de tía
Gertie es ultraconservadora, protestante fundamentalista y, por supuesto,
homófoba. El enfrentamiento entre ambas mujeres es inevitable y las escenas en
las que aparecen juntas a lo largo de este libro son antológicas.
Tía
Gertie no tiene sentido del ridículo. Viste unos modelitos de lo más
histriónicos y usa unos sombreros bastante recargados y decadentes, por lo que
su aspecto resulta, como mínimo, muy pintoresco. Por unas cosas u otras, el
caso es que siempre acaba tropezándose con alguien (por decirlo de algún modo),
ya sea en el autobús, en el supermercado, en su antigua oficina, en un party al
aire libre... y, sin saber cómo, se ve envuelta en situaciones de lo más
disparatadas y grotescas que acaban casi siempre con la pobre tía Gertie
despeinada y manchada, tirada por los suelos y molida a palos. ¡Ay, pobre tía
Gertie! Y, sin embargo, es tan entrañable y humana que uno no puede evitar
simpatizar con ella. Pero ¿por qué tendrá tan mala suerte la pobre tía Gertie?
¿Por qué le pasarán tantas y tantas cosas? Para colmo, sólo se fija,
fatalmente, en los hombres que ya están comprometidos... ¡con otros hombres!
Hilarante,
desternillante, genial. Son los adjetivos que a uno se le ocurren al leer este
curioso y divertidísimo libro, un libro diferente, de un humor inteligente y
sutil, aunque nada pretencioso o pedante. Es el primer libro que David Allen
White (Louisville, Kentucky, 1943), un políglota amante de España, publica en
nuestro en nuestro país. Esperamos que no sea el último.
Podríamos
ver en este libro una especie de alegoría sobre la sociedad norteamericana de
nuestro tiempo, en la que son descritas y retratadas, a través de las
peripecias de su personaje, la bipolarización ideológica y política en que se
halla inmerso ese país. Progresismo y conservadurismo, Bush o Kerry. La
Norteamérica moderna o la Norteamérica arcaica del Sur Profundo... Ya sé que no
tiene nada que ver, pero Tía Gertie podría ser también, en ese sentido, una
especie de Michael Moore en femenino y a un nivel mucho más doméstico, pero no
por ello menos terrible. De lo que no hay duda es de este libro es, ante todo,
buena literatura.
David Allen White en Madrid, mayo de 2004